La planta de LM Wind Power en Ponferrada ha iniciado un proceso de internalización de servicios que anteriormente se habían externalizado. Este cambio estratégico, que busca optimizar la producción de palas eólicas, ha desencadenado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectará a los 630 empleados de la planta hasta junio.
La medida ha repercutido directamente en aproximadamente una veintena de empleados de empresas auxiliares, en particular de Martínez Bierzo, quienes se enfrentan a una incertidumbre laboral. Estos trabajadores, que se habían especializado en la fabricación de componentes auxiliares como kits de malla, telas y núcleos, verán cómo sus tareas serán asumidas por el personal interno de LM, una decisión que responde a la disminución de la carga de trabajo y a compromisos previos de la dirección.
Alejandro López, delegado de CGT, subraya que, aunque la situación no implica necesariamente despidos, sí exige una reubicación de los trabajadores afectados por parte de sus respectivas empresas. La internalización de estos servicios había sido un punto de fricción con los sindicatos, que ahora ven cumplida la promesa de la dirección de revertir la externalización cuando las circunstancias lo permitieran.
El ERTE, que se ha puesto en marcha este lunes, se aplicará de manera rotativa, asegurando que ningún empleado se vea sin trabajar más de un mes consecutivo. La primera fase afectará al área de premoldeado y se extenderá progresivamente a otras secciones de la planta.
Este ajuste en la gestión de la mano de obra coincide con la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León del proyecto Grimeo, una iniciativa de reciclaje de palas eólicas liderada por PreZero España y Endesa. Este proyecto, pionero en España, se enmarca en el Plan Futur-e de Endesa, destinado a fomentar la reindustrialización de la región tras el cierre de instalaciones energéticas tradicionales.