La promesa de un servicio de atención para accidentes cerebrovasculares (ictus) en el hospital Bierzo, que fue hecha hace cinco años por el entonces consejero de Salud, Antonio María Sáez Aguado, parece haber caído en saco roto. En aquella época, la Junta de Castilla y León había prometido extender este tipo de atención a todos los hospitales de las capitales provinciales, incluyendo el del Bierzo.
No obstante, el actual titular de la Consejería de Salud, Alejandro Vázquez, ha dado un giro de 180 grados en esta decisión. Según Vázquez, la falta de personal médico obstaculiza la puesta en marcha de estas unidades. Irónicamente, los portavoces de PP, Beatriz Coelho, y de Vox, Miguel Suárez, culpan al gobierno nacional por esta deficiencia en la Comisión de Salud.
El leonesista berciano José Ramón García presentó una moción en oposición a esta decisión, la cual fue rechazada por los diez votos contrarios del PP y Vox. García criticó al gobierno regional no solo por no cumplir con sus compromisos sino también por su aparente falta de empatía. Propuso que la unidad de ictus de Valladolid sea trasladada al Bierzo para que los ciudadanos de Valladolid experimenten cómo es vivir con solo las consultas de teleictus.
García expresó su decepción con la Junta, sosteniendo que para ellos parece haber ciudadanos de diferentes clases cuando se trata de la prestación de servicios de salud pública. Después de cinco años de espera, señaló, probablemente han habido numerosas familias que tuvieron que lidiar con situaciones dramáticas relacionadas con los ictus. Para la Junta de Castilla y León, esta ya no parece ser una prioridad como lo fue hace cinco años.