El conocido empresario leonés, Victorino Alonso, ha cruzado finalmente las puertas de la prisión de Soto del Real en Madrid. Este ingreso se produce tras ser condenado a cuatro años de reclusión por explotar sin la debida licencia la mina Nueva Julia ubicada en Cabrillanes. Esta sentencia se suma a otra anterior, donde se le impuso un año y diez meses por la explotación ilegal de El Feixolín, en Villablino.
Desde que se le notificó su condena el pasado 7 de septiembre, Alonso contó con un margen de diez días para decidir su ingreso voluntario en el centro penitenciario. Sin embargo, optó por agotar este plazo antes de iniciar su condena. A pesar de los múltiples intentos y recursos presentados, el Tribunal Supremo ratificó la sentencia inicial, dejando sin salida al empresario.
La trayectoria legal de Alonso ha estado marcada por constantes batallas. Intentó, sin éxito, eludir su encarcelamiento alegando razones de salud. Sin embargo, la Audiencia Provincial de León, tras analizar la documentación médica y los informes forenses, determinó que su estado de salud no representaba un riesgo para su vida o integridad en prisión.
Además de los argumentos de salud, Alonso presentó otras razones, como su edad avanzada y su situación familiar complicada. Sin embargo, la Audiencia consideró que tales circunstancias no justificaban la suspensión de la pena. Se subrayó que muchas otras personas, con situaciones familiares similares, están cumpliendo sus condenas.
Uno de los puntos más contundentes en su condena fue la gravedad del delito cometido y su historial penal. A ello se suma el hecho de que no ha abonado más de 24 millones de euros, correspondientes a la responsabilidad civil.