El Bierzo ha cerrado su vendimia de 2023 con cifras que superan las expectativas. Con casi 13 millones de kilos de uva recogidos, la región ha experimentado un aumento del 15% en comparación con 2022. Este año, marcado por condiciones climáticas favorables, ha propiciado una uva de excelente calidad, lo que se traducirá en vinos frescos, frutales y equilibrados.
El inicio de la vendimia se dio el 16 de agosto, extendiéndose hasta el 11 de octubre. De la producción total, un impresionante 90% se destinará a la elaboración de vinos con la prestigiosa Denominación de Origen Bierzo. Carmen Gómez, directora técnica del Consejo Regulador de la DO Bierzo, destacó la gran calidad del fruto obtenido este año.
La variedad Mencía, emblemática de la región, lideró la cosecha con 8,2 millones de kilos. Le siguió la variedad blanca Godello con 2,5 millones. Otras variedades como Jerez, Doña Blanca y Garnacha Tintorera también tuvieron una presencia notable.
Las condiciones climáticas jugaron un papel crucial en este éxito. Se registraron 704 litros por metro cuadrado de precipitaciones, concentradas principalmente en otoño e invierno. Estas cifras se encuentran dentro de la norma para la región. La primavera trajo temperaturas suaves, con una floración que comenzó el 15 de mayo. A pesar de algunas plagas que surgieron a finales de primavera, la cosecha no se vio gravemente afectada.
El envero, proceso crucial para la maduración de la uva, comenzó a mediados de julio. Durante este periodo, las temperaturas diurnas fueron altas, pero sin llegar a extremos, y las noches se mantuvieron frescas. Esta combinación, junto con las reservas de agua adecuadas en el subsuelo, favoreció una maduración óptima de la uva.
Con estas cifras y la calidad de la uva obtenida, El Bierzo anticipa una añada 2023 de vinos que resaltarán por su frescura, frutalidad y equilibrio, reflejando la tipicidad de la región.